martes, 27 de septiembre de 2011

LA ATENCIÓN PRIMARIA DE SALUD MÁS NECESARIA QUE NUNCA.
Informe de la OMS sobre la salud en el mundo (2008 ).

El informe de la OMS del 2008 presenta la necesidad de renovar la atención primaria de la salud (APS). Ahora más que nunca, ya que los Estados Miembros lo están pidiendo, y no solo los profesionales de la salud, sino también los responsables políticos.
La perspectiva actual de las APS se expresa como el derecho a alcanzar el grado máximo de salud posible, con la mayor equidad y solidaridad y considerando la necesidad de dar respuesta a las necesidades de la población. Encaminarse hacia una salud para todos requiere que los sistemas de salud respondan a los desafíos de un mundo en transformación y a las crecientes expectativas de mejores resultados. Esto entraña una reorientación y reforma del funcionamiento de los sistemas de salud en la sociedad: esas reformas constituyen la agenda de renovación de la APS.
Actualmente los sistemas de salud están evolucionando en direcciones que contribuyen poco a la equidad y la justicia social y no obtienen los mejores resultados sanitarios posibles por lo recursos invertidos. Existen tres tendencias especialmente preocupantes en los sistemas de salud: una oferta restringida de atención curativa, un enfoque de lucha contra las enfermedades centrándose en resultados a corto plazo que provocan una fragmentación de los servicios y por último una gobernanza basada en la no intervención o laissez-faire.
Los errores más comunes en la prestación de salud están en relación al gasto público en servicios de salud que suele beneficiar más a los ricos que a los pobres en todos los países ya sean de ingresos bajos o altos: más de 100 millones de personas caen en la pobreza todos los años por verse obligadas a costear la atención sanitaria. Así mismo, la excesiva especialización de los proveedores de salud y la focalización de muchos programas de control de enfermedades impiden que se adopte un enfoque holístico; los servicios de salud no garantizan la seguridad e higiene necesarias; la asignación de recursos concentrados en los servicios curativos que pasan por alto las posibilidades que ofrecen las actividades de atención primaria y promoción de la salud de prevenir hasta el 70% de la carga de morbilidad.
La población es cada vez mas partidaria de que mejore la equidad sanitaria y desaparezca la exclusión; de que los servicios de salud se centren en las necesidades y las expectativas de la gente; de que haya seguridad sanitaria en las comunidades en que viven, y poder opinar sobre las cuestiones que afectan a su salud y la de sus comunidades.
Una condición indispensable para que los sistemas de salud puedan reducir las inequidades que presentan es garantizar a todos el acceso a los servicios, esto es, colmar la brecha en la oferta de los mismos. Si bien las redes de servicios son mucho más amplias hoy que hace 30 años, hay grandes grupos de población que han quedado en la zaga. En algunos lugares, las guerras y las contiendas civiles han destruido la infraestructura y, en otros, la atención de carácter comercial no regulada ofrece servicios pero no necesariamente los que hacen falta.
Se plantean cuatro grupos de reformas para articular una respuesta eficaz a los actuales desafíos sanitarios, los valores de equidad, solidaridad y justicia social que guían el movimiento en pro de la APS y las crecientes expectativas en las sociedades en proceso de modernización: Reformas en pro de la cobertura universal para mejorar la equidad sanitaria; reformas de la prestación de servicios para conseguir unos sistemas de salud centrados en las personas; reformas de liderazgo para que las autoridades sean más confiables y reformas de las políticas públicas para promover y proteger la salud de las comunidades.
El propósito de las reformas de la prestación de servicios es transformar la prestación de atención sanitaria convencional en atención primaria. Tiene como objetivo poner a las personas en el centro de la atención sanitaria creando una armonía entre mente y cuerpo y entre las personas y los sistemas. Una atención con estas características requiere servicios de salud organizados en consecuencia, con equipos multidisciplinarios cercanos a los usuarios que se ocupen de un grupo de población determinado, colaboren con los servicios sociales y otros sectores y coordinen las contribuciones de los hospitales y las organizaciones comunitarias.
La atención primaria puede contribuir en gran medida a mejorar la salud de las comunidades, pero las personas esperan que sus gobiernos adopten una serie de políticas públicas para afrontar los desafíos sanitarios, como los que plantean el proceso de urbanización, el cambio climático, la discriminación por motivos de género o la estratificación social.
La formulación de políticas públicas, sin embargo, es algo más que la salud pública clásica. La salud de la población se puede mejorar con políticas controladas por sectores distintos del de la salud: los planes de estudio, la política de las empresas respecto a la igualdad entre hombres y mujeres, la inocuidad de los alimentos y los bienes de consumo o el transporte de desechos tóxicos son otras tantas de las cuestiones que pueden determinar la salud de comunidades enteras de manera positiva o negativa, en función de las decisiones que se tomen.
Es necesario que se adopten medidas orientadas a la colaboración intersectorial para garantizar que, junto con los objetivos y metas de los demás sectores, los efectos en la salud influyan en las decisiones de política pública. Los ministerios de salud y demás instituciones no pueden contentarse con administrar el sistemas: es necesario invertir en un liderazgo público integrador, de manera que se fomenten modelos de colaboración para el diálogo sobre políticas con múltiples interesados ajenos al
Sector público, desde médicos hasta miembros de la sociedad civil, y desde comunidades hasta investigadores y personal universitario.
El actual contexto internacional es favorable a la renovación de la APS. En los países de ingresos altos hay un amplio margen financiero para acelerar el cambio de enfoque de la atención terciaria a la atención primaria, crear un entorno normativo más saludable y complementar los sistemas bien organizados de cobertura universal con medidas concretas para reducir la exclusión.
El desafío es mucho mayor para los 2000 millones de personas que viven en África y Asia sudoriental, donde el sector de salud está creciendo lentamente, y para los más de 500 millones que viven en estados frágiles. Sin embargo, incluso en esos casos hay crecimiento, estos países tienen la necesidad, más que ningún otro, de optar por la APS.
La solidaridad y la ayuda mundiales seguirán siendo necesarias como complemento y ayuda a los países que progresen lentamente, pero pasaran a ser en si menos importantes que los intercambios, el aprendizaje conjunto y la gobernanza global.



1 comentario:

  1. Muy buena síntesis,estamos en la época adecuada para implementar la APS, sin embargo se necesita una mirada diferente,la salud mas relacionada a determinantes y nuevos servicios o formas de prestación.
    un tema que no se habla es la formación de RRHH en salud,es un reto de involucrar a las universidades en esta mirada.
    me gusto lo de determinantes.
    mira estos videos:


    (PARTE 1)
    http://www.youtube.com/watch?v=NsbdBS_Zs08&feature=mfu_in_order&list=UL
    (PARTE 2)
    http://www.youtube.com/watch?v=ixaT6AWd27c&feature=BFa&list=ULNsbdBS_Zs08&lf=mfu_in_order
    (PARTE 3)
    http://www.youtube.com/watch?v=lwb3BgaUzyk&feature=BFa&list=ULydSCXbiGJEE&lf=mfu_in_order
    COMENTARIOS Y PREGUNTAS
    http://www.youtube.com/watch?v=plPxY-93Xr0&feature=BFa&list=ULlwb3BgaUzyk&lf=mfu_in_order

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